La Cerámica será el escenario de uno de los partidos más determinantes de la jornada. Villarreal y Athletic Club, quinto y cuarto clasificados respectivamente, se enfrentan en un duelo que puede marcar el rumbo de la carrera por la Champions League. Ambos llegan al encuentro conscientes de lo que hay en juego: más que tres puntos, la posibilidad de inclinar la balanza en la lucha por el cuarto puesto.

El conjunto bilbaíno afronta la cita con una ligera ventaja en la clasificación, pero también con la presión de no dejar escapar una oportunidad clave para abrir brecha con un rival directo. A pesar del empate ante Osasuna en la última jornada, los de Valverde mantienen un buen nivel competitivo y recuperan efectivos importantes como Sancet o Vivian, que apuntan al once titular para reforzar una estructura sólida tanto en defensa como en transición ofensiva.

En ataque, los hermanos Williams vuelven a ser el gran argumento de peligro del Athletic, con su velocidad y desequilibrio por banda. Valverde tiene opciones en el frente ofensivo con hombres como Guruzeta, Berenguer o Sancet, en función de si apuesta por reforzar el centro del campo o por una propuesta más vertical.

Por su parte, el Villarreal llega en un gran momento de forma. Tras una primera parte de la temporada algo irregular, el equipo de Marcelino ha encontrado continuidad y equilibrio. Con su clásico 4-4-2 como seña de identidad, ha conseguido ser más sólido atrás y letal al contraataque. Su juego directo y su rapidez para transitar hacen que cada pérdida del rival sea una oportunidad para generar peligro.

La principal incógnita en los amarillos estará en la disponibilidad de algunos jugadores tocados como Ayoze, aunque Marcelino confía en que su equipo mantenga el nivel competitivo mostrado en las últimas jornadas. En casa, el Villarreal está sabiendo hacerse fuerte y sabe que una victoria les reengancha de lleno a la pelea por Europa.

Además del valor clasificatorio, el partido también tiene un fuerte componente anímico. El Athletic llega con el exigente cruce de Europa League en el horizonte, pero sin margen para distracciones. Una victoria no solo consolidaría su puesto en zona Champions, sino que supondría un impulso moral en un tramo decisivo de temporada. Para el Villarreal, el duelo representa una oportunidad de oro para recortar distancias y depender de sí mismo en las jornadas finales.

Con dos estilos muy marcados frente a frente, y mucho en juego, se espera un encuentro igualado, intenso y con detalles que pueden marcar la diferencia. La batalla por Europa pasa este domingo por La Cerámica.