
El Athletic Club vuelve a estar ante una de esas noches que se recuerdan durante años. Este jueves, San Mamés se vestirá de gala para recibir al Rangers en la vuelta de los cuartos de final de la Europa League (21:00h), con la eliminatoria completamente abierta tras el empate sin goles en Glasgow. Todo por decidir en un partido que promete intensidad, tensión y un billete a semifinales como recompensa.
La gran noticia en clave rojiblanca es la presencia de Iñaki Williams en la convocatoria. El delantero, que arrastraba una sobrecarga muscular, ha entrenado con normalidad y estará disponible para Ernesto Valverde. Su inclusión da un respiro al técnico, que no podrá contar finalmente con Yuri Berchiche, todavía sin el alta tras su lesión muscular. El lateral se pierde su tercer partido consecutivo.
Valverde ha dejado claro que solo jugarán los que estén “al cien por cien”, y que la clave será mantener la identidad del equipo: “Es un partido definitivo. Solo hay una oportunidad. No se puede pensar en otra cosa que no sea ganar”, señaló en la rueda de prensa previa.
Los leones ya han demostrado su capacidad para afrontar escenarios de alta tensión, como se vio ante la Roma. Pero el Rangers, que llegó a la final de esta misma competición en 2022, es un rival con experiencia europea, sólido defensivamente y con argumentos para dar sustos. Su técnico, Barry Ferguson, se ha mostrado respetuoso con el Athletic, al que ha calificado como “favorito para ganar la Europa League”, aunque ha avisado de que su equipo llega preparado para competir al máximo: “Sabemos lo que tenemos que hacer. Hemos estudiado sus fortalezas, pero también sus debilidades”.
El ambiente en Bilbao ya se siente especial. La afición ha respondido con entusiasmo y se espera un lleno absoluto en La Catedral, que ha vuelto a convertirse en fortín esta temporada. Incluso este miércoles, decenas de aficionados se acercaron a Lezama para dar aliento al equipo antes del último entrenamiento. “Queremos que toda esa energía nos impulse, que no nos frene”, explicó Valverde, consciente de la carga emocional del choque.
El Athletic quiere volver a unas semifinales europeas, algo que solo ha logrado en dos ocasiones a lo largo de su historia. Para ello, deberá mantener la solidez defensiva, mejorar la eficacia en los metros finales —asignatura pendiente en el partido de ida— y confiar en su propuesta valiente, con la que ha conquistado corazones esta campaña.
Y si el partido se alarga hasta los penaltis, también están preparados. Valverde confirmó que han trabajado ese escenario: “Nunca es lo mismo tirar un penalti en un entrenamiento que en una noche así, pero forma parte del juego”.
Todo está preparado. Bilbao sueña, el Athletic cree y San Mamés ruge. Otra gran noche europea está a punto de comenzar.