
Vascos y canariones empataron a cero en un buen encuentro de fútbol sin goles en el que Oyarzabal y Sandro se encontraron con el travesaño
Real Sociedad y Unión Deportiva Las Palmas se dieron cita en el Reale Arena con la jornada 17 de LaLiga en disputa. Los locales saltaron al césped con el siguiente once: Remiro, Aramburu, Zubeldia, Aguerd, Javi López, Zubimendi, Brais Méndez, Sucic, Kubo, Sergio Gómez y Oyarzabal. Por su parte, Las Palmas alineó a: Cillessen, McKenna, Mármol, Herzog, Javi Muñoz, Essugo, Campaña, Kirian, Moleiro, Sandro y Mata.
El encuentro comenzó con ambos equipos tratando de conservar la posesión e imponer su ley, aunque fue la Real la que se hizo con el control inicial gracias a una intensa presión que bloqueaba las circulaciones de los canarios. Pasados los dos minutos de partido, Kubo trazó su clásica diagonal en conducción para facilitar a Sucic un balón que golpearía desviado en la primera ocasión del encuentro. Las Palmas también saltaba a la presión, pero permitía salir más cómodamente a la Real. De igual manera, el conjunto insular era incapaz de tejer posesiones largas. En el 11′, Zubimendi cometió un error estrepitoso tratando de jugar con Remiro sin percatarse de la presencia de Mata, que interceptó el esférico y disparó con posterior parada del guardameta vasco para el alivio del mediocentro realista. Esto provocó una pequeña desconexión de los txuri urdin que aprovechó la escuadra de Diego Martínez para vivir durante varios minutos en las inmediaciones del área rival. En ese tramo, La Unión Deportiva sacó el pincel y dibujó una acción combinada desde su propia área que apunto estuvo de finalizar Alberto Moleiro, pero se volvió a encontrar con Remiro. La situación hizo ganar en confianza a los canarios, que fueron capaces de romper líneas y retener el esférico con mayor solvencia y claridad.
La primera parte seguía en desarrollo y Oyarzabal acapararía la mayor cuota de protagonismo. En un plazo de dos minutos el internacional español desaprovecharía un remate en semifallo después de una gran acción colectiva y estrellaría en el larguero un penalti en movimiento. El delantero se encontró un balón muerto en el punto de penalti que envió directamente al travesaño. Esta fue la ocasión más clara del primer tiempo. Durante los últimos minutos del primer acto el partido se jugó en tierra de nadie. Las interrupciones por infracción fueron las protagonistas hasta el pitido que marcaría la vuelta a vestuarios.
El segundo acto presentó a una Unión Deportiva Las Palmas en busca de tener presencia en campo rival, aunque fue la Real quien comenzó a aproximarse con cierta sensación de peligro a los aposentos de Jasper Cillessen. Sin embargo, la ocasión más clara del segundo tiempo llegaría pronto y con el sello amarillo de Sandro Ramírez. En el 55′, Alberto Moleiro consiguió adentrarse en área contraria por el sector izquierdo y puso atrás un balón que cazó Sandro cerca del punto de penalti con un potente y colocado disparo que se estrellaría directamente en el larguero. Una acción muy parecida a la de Oyarzabal en el primer tiempo. Desafortunadamente, minutos más tarde, Moleiro diría adiós al encuentro tras echarse al suelo llevándose la mano al isquiotibial de la pierna derecha. En su lugar entró Marvin.
En el minuto 66, Imanol Alguacil daría entrada a Barrenetxea. El extremo ingresó por Take Kubo, que no había tenido su mejor día. En cambio, el atacante vasco fue un auténtico desatascador. En su primera acción fue capaz de desarbolar el entramado defensivo amarillo con una pared que le devolverían para finalizar la jugada con un disparo que acabaría en córner. Dos minutos despúes tuvo la más clara de su equipo en el segundo tiempo. Zubimendi lo encontró a la espalda de la defensa canaria y el extremo definió a con un disparo raso que repelería Cillessen. Desde entonces, la Real volcó el campo y vivió contínuamente en campo rival. Las Palmas, por su parte, trató de defenderse como pudo y se veía incapaz de armar ataques peligrosos por falta de efectivos en campo contrario. La Real continuó llegando pero no logró concretar ninguna situación y el empate a cero se convirtió en una realidad.