Este domingo a las 21:00 en el Reale Arena, Real Sociedad y Athletic Club protagonizan un nuevo capítulo del derbi vasco, un choque de alta tensión en el que los puntos valen más que nunca. Con objetivos europeos en juego y la carga emocional del adiós anunciado de Imanol Alguacil, el duelo se presenta como una cita de máxima exigencia para ambos conjuntos.

La Real Sociedad llega al encuentro tras una semana y media de preparación, con la urgencia de revertir una dinámica negativa que ha dejado solo un punto de los últimos nueve posibles. El regreso de Nayef Aguerd y Barrenetxea refuerza a un equipo que quiere despedir a su técnico por todo lo alto. Imanol, que dejará el banquillo txuri-urdin al finalizar la temporada, vivirá su último derbi en casa, una motivación extra para una plantilla que necesita sumar para no alejarse del tren europeo.

Por su parte, el Athletic Club aterriza en Donostia con las secuelas de la derrota sufrida ante el Manchester United en la ida de las semifinales de la Europa League (0-3), y con la mirada dividida entre la competición continental y la pelea en LaLiga. Ernesto Valverde deberá gestionar energías y bajas clave: Nico Williams se pierde el encuentro por molestias en el pubis, mientras que Oihan Sancet sigue fuera por lesión muscular. Óscar de Marcos, con sobrecarga, ha entrado finalmente en una lista de 22 jugadores.

“El derbi llega con mucho en juego para los dos equipos, no hay margen para relajarse”, ha subrayado Valverde en la previa, consciente de que la clasificación queda en un segundo plano cuando se trata de un Athletic–Real. El técnico ha reconocido que, pese a la diferencia de 18 puntos entre ambos, espera un duelo igualado y muy disputado.

La Real, novena, no puede permitirse más tropiezos si quiere aspirar a Europa, mientras que el Athletic, cuarto con 60 puntos, defenderá su posición de Champions ante la presión de Villarreal y Betis.

Más allá del terreno de juego, Anoeta se vestirá de gala desde primera hora del día, con actividades, música y ambiente festivo en los alrededores. En la previa del encuentro, el club donostiarra homenajeará a cuatro leyendas con la insignia de oro y brillantes, y se realizará un acto conjunto en favor del euskera con ambos equipos sobre el césped.

Fútbol, emoción, rivalidad y compromiso. Todo está preparado para que el Reale Arena viva un derbi que, más que nunca, vale mucho más que tres puntos.