Atlético de Madrid y Real Madrid se verán las caras en una octava jornada de LaLiga que podría determinar el devenir de ambos equipos en la competición.

El próximo domingo 29 de septiembre Madrid dejará de ser la capital de España para convertirse en la capital del fútbol. Todos los focos de este deporte estarán puestos sobre el Civetas Metropolitano, escenario que acogerá el primer derbi de la temporada. Atleti y Real Madrid medirán sus fuerzas y lucharán con todo para hacerle saber al mundo quién manda en la capital.

Ninguno de los dos equipos ha arrancado la competición desplegando su mejor versión, pero ambos han sido capaces evolucionar, ir de menos a más y llegar a este choque crucial en un gran estado de forma. El Real Madrid viene de vencer con contundencia, aunque con susto final, al Alavés en casa y el cuadro colchonero viene de hacer lo propio in extremis ante un Celta que rompió su racha de imbatibilidad en casa por el tanto de Julián Álvarez en el último suspiro.

Un partido diferente, especial

Esta previa al encuentro podría enfocarse por la polémica (el mayor tiempo de descanso para el Real Madrid en detrimento del Atleti; la campaña de la vergüenza promovida por ciertos hinchas rojiblancos pidiendo que el Metropolitano se llene de mascarillas para insultar a Vini Jr sin ser sancionados…) o por las bajas que merman a uno y otro equipo, pero en un partido de este calibre todo eso sirve de poco. Un derbi no decide por el número de estrellas con el que cuenta cada equipo o por quién llega mejor al encuentro; un derbi se juega con el corazón, con el sentimiento y, sobre todo, con la responsabilidad de saber que estás representando un escudo capaz de unir a millones de personas por una causa: el dominio de Madrid.

La pasada temporada el Atleti fue el único equipo capaz de derrotar al Real Madrid. De hecho, en una temporada prácticamente inmejorable de los blancos, los muchachos de Ancelotti fueron incapaces de vencer a sus vecinos en ninguno de los encuentros que disputaron. Por todo ello, el partido de mañana adquiere un carácter más especial si cabe. Los locales tratarán de agrandar esa gran dinámica que atraviesan en este tipo de derbis; y los merengues intentarán volver a teñir la capital de blanco a base de fútbol, intensidad, pasión y, sobre todo, valores.