
Óscar Mingueza García nació el 13 de mayo de 1999 en Santa Perpetua de Mogoda, Barcelona. Desde muy pequeño, mostró una notable inclinación hacia el deporte, una pasión que compartió con su hermana Ariadna, también futbolista profesional. Con apenas ocho años, Mingueza ingresó en La Masía, la prestigiosa cantera del F.C. Barcelona, donde su formación no solo estuvo centrada en los aspectos técnicos del fútbol, sino también en los valores que caracteriza al club: trabajo en equipo, humildad y constancia. Estos pilares serían esenciales en su crecimiento y en su posterior salto al fútbol de élite.
Los primeros pasos en La Masía: Una evolución constante
El paso de Óscar Mingueza por La Masía es un ejemplo de progresión metódica y sacrificio. Ingresar a los ocho años en una de las academias más exigentes del mundo no es tarea fácil, pero el joven defensa supo adaptarse rápidamente, mostrando habilidades que lo hicieron destacar desde sus primeros años. A lo largo de su adolescencia, fue escalando en las diferentes categorías inferiores del club, destacando su capacidad para jugar en diferentes posiciones defensivas. Aunque siempre fue considerado un central de formación, su velocidad y capacidad para leer el juego le permitieron adaptarse al lateral derecho, una posición en la que comenzaría a despuntar.
Durante estos años, Mingueza fue moldeado por entrenadores como García Pimienta, quien sería clave en su desarrollo. Bajo su tutela, Mingueza disputó dos veces la Final Four de la UEFA Youth League, la competición juvenil más prestigiosa de Europa. En la edición de 2017, el equipo llegó a las semifinales bajo las órdenes de Gabri García, pero no lograron avanzar a la final. Sin embargo, en 2018, el equipo juvenil del Barcelona consiguió alzarse con el título tras derrotar al Chelsea por 0-3 en la final. Mingueza fue titular en ese partido, demostrando su capacidad para rendir en escenarios de máxima exigencia.
Este éxito a nivel juvenil consolidó su reputación como uno de los defensas más prometedores de su generación.

Su versatilidad y capacidad para leer el juego lo hacían un activo valioso, no sólo para el equipo juvenil, sino también para el Barcelona B, donde pronto recibiría su primera oportunidad.
El salto al fútbol profesional: Barcelona B y debut con el primer equipo
El año 2018 marcó un nuevo hito en la carrera de Óscar Mingueza, cuando fue promovido al Barcelona B, el equipo filial del club, que milita en la Segunda División B. Su debut en el fútbol profesional llegó el 26 de agosto de 2018, en un partido ante el C.D. Alcoyano que terminó con derrota por 3-1. Aunque el resultado no fue el esperado, el joven defensa dejó buenas sensaciones y, poco a poco, fue afianzándose en el filial, donde continuó desarrollando su juego y ganando experiencia en un entorno más competitivo.
Sin embargo, no fue hasta el 2020 cuando Mingueza dio el salto definitivo al primer equipo.

En una temporada marcada por la pandemia de COVID-19, el Barcelona sufrió varias bajas y problemas de plantilla, lo que abrió las puertas a varios canteranos. El 24 de noviembre de 2020, Mingueza debutó con el primer equipo en un partido de la fase de grupos de la Liga de Campeones de la UEFA contra el Dinamo de Kiev. El encuentro, que terminó con una cómoda victoria del Barcelona por 0-4, fue un momento especial para el joven defensa, que mostró gran seguridad en su debut europeo.

Apenas cinco días después, el 29 de noviembre de 2020, llegó su debut en La Liga, en un partido contra el C.A. Osasuna que también terminó en victoria para los blaugranas, esta vez por 4-0.
Con estas actuaciones iniciales, Mingueza comenzó a ganar la confianza del cuerpo técnico y se consolidó como una opción sólida para la defensa, sobre todo en un periodo en el que el equipo atravesaba momentos de incertidumbre tanto en lo deportivo como en lo institucional.
Su primer gol con el primer equipo llegó el 15 de marzo de 2021, en un partido contra la S.D. Huesca. Mingueza anotó el tercer gol de su equipo en una victoria por 4-1, mostrando su capacidad para sumarse al ataque, algo que se convertiría en una de sus características más destacadas en años posteriores. Aquel mismo año, también anotó un gol crucial en el Clásico contra el Real Madrid, aunque el Barcelona terminó perdiendo ese partido 2-1. A pesar de la derrota, su rendimiento fue elogiado y su figura dentro del equipo continuó ganando peso.
Uno de los momentos más importantes de su carrera en el Barcelona llegó en la final de la Copa del Rey de 2021. El Barcelona se enfrentó al Athletic Club en una final disputada en Sevilla, y Mingueza fue titular en un partido que terminó con una clara victoria por 0-4 a favor de los catalanes. Este fue su primer título como jugador profesional, un logro que puso el broche de oro a una temporada de crecimiento y consolidación.
A pesar de estos momentos de éxito, la etapa de Mingueza en el Barcelona no estuvo exenta de desafíos. En una plantilla plagada de estrellas y con una competencia feroz en todas las posiciones, el joven defensa tuvo que luchar por minutos de juego, y aunque logró renovaciones de contrato, como la que firmó en abril de 2021 con una cláusula de rescisión de 100 millones de euros, la situación en el club fue cada vez más complicada. Finalmente, en julio de 2022, el Barcelona decidió traspasar a Mingueza al Real Club Celta de Vigo.
La nueva etapa en Vigo: Un crecimiento explosivo bajo Claudio Giráldez
El 30 de julio de 2022, el Celta de Vigo anunció un principio de acuerdo con el F.C. Barcelona para el traspaso de Óscar Mingueza. Tras superar la revisión médica, el fichaje se completó, y Mingueza firmó un contrato por cuatro temporadas con el conjunto celeste. El Celta se guardó una opción de recompra y el 50% de una futura venta, lo que reflejaba la confianza que el Barcelona aún tenía en el potencial de su canterano.
Su debut con el Celta llegó el 13 de agosto de 2022 en un partido ante el R.C.D. Espanyol, aunque no fue el comienzo soñado, ya que cometió un penalti en los minutos finales que costó la victoria a su equipo. A pesar de este inicio accidentado, Mingueza fue ganándose poco a poco un lugar en el equipo, mostrando una gran capacidad de adaptación.
La temporada 2024/25 ha sido, hasta el momento, la más destacada en la carrera de Óscar Mingueza. Bajo la dirección de Claudio Giráldez, el jugador catalán ha vivido una verdadera explosión futbolística. Aunque tradicionalmente se le consideraba un central o lateral derecho, su rol en el Celta ha evolucionado hacia una posición mucho más ofensiva. Giráldez ha sabido aprovechar sus cualidades técnicas y su capacidad de llegada al área rival, alejándolo de las tareas defensivas más puras y permitiéndole explotar su faceta más creativa.
En apenas diez jornadas de liga, Mingueza ha registrado cinco asistencias y dos goles, cifras que lo colocan entre los defensores más productivos de Europa. Este rendimiento ofensivo lo ha convertido en uno de los jugadores más diferenciales de La Liga, y su contribución en el Celta ha sido clave para el buen arranque de la temporada del equipo olívico.
«Mi sueño sería jugar de mediapunta», confesó en una reciente entrevista, reflejando su deseo de influir aún más en el juego ofensivo. Aunque ese rol no se ha materializado del todo, su influencia en ataque ha sido notable, liderando las estadísticas de contribución ofensiva entre los defensas en las grandes ligas europeas.

Reconocimiento internacional y proyección futura
El rendimiento de Óscar Mingueza no ha pasado desapercibido para el seleccionador español, Luis de la Fuente. En marzo de 2021, Mingueza fue convocado por primera vez con la selección española sub-21, y más tarde debutó con la selección absoluta en un amistoso contra Lituania. Aunque su participación con el combinado nacional ha sido esporádica, su reciente forma en el Celta le ha valido una nueva convocatoria en septiembre de 2024. Aunque no llegó a disputar minutos en los partidos de la Liga de Naciones, el hecho de estar entre los seleccionados demuestra el reconocimiento a su excelente trabajo .
Con solo 25 años, Óscar Mingueza se encuentra en el mejor momento de su carrera. Su versatilidad, capacidad ofensiva y compromiso con el equipo lo convierten en uno de los defensas más completos y prometedores del fútbol europeo. Si continúa con esta progresión, es probable que siga siendo un pilar tanto para el Celta de Vigo como para la selección española en los próximos años.
