El telón de la temporada 2024/25 cae este domingo en San Mamés con un duelo cargado de simbolismo. Athletic Club y FC Barcelona se enfrentan en una última jornada sin urgencias clasificatorias pero con un fuerte peso emocional: el adiós de Óscar de Marcos, uno de los grandes emblemas del vestuario rojiblanco en las últimas dos décadas.

Con el cuarto puesto asegurado por parte de los bilbaínos y el título ya en manos del Barça, el partido se convierte en una celebración de objetivos cumplidos, pero también en una ceremonia de homenaje al capitán que, tras 16 temporadas en el primer equipo, colgará las botas en el estadio que ha sido su hogar.

Valverde, entre la renovación y la memoria

El encuentro también supondrá el inicio simbólico de una nueva etapa para Ernesto Valverde, que recientemente ha confirmado su renovación como técnico del Athletic hasta 2026. Será su décima temporada al frente del equipo, con la que alcanzará los 500 partidos dirigidos, convirtiéndose en una figura histórica del banquillo rojiblanco.

El “Txingurri” vivirá una noche especial frente al que fuera su último club antes de regresar a Bilbao. “El Athletic apuesta por una forma distinta de competir. Aquí, ganar tiene tanto que ver con el cómo como con el qué”, ha señalado esta semana en rueda de prensa, dejando clara su fidelidad al modelo identitario del club.

Además, Valverde celebrará también las renovaciones de Lekue y Galarreta, jugadores importantes en la rotación y fundamentales de cara a un curso 2025/26 que incluirá el regreso a la Champions League.

Una despedida a la altura de una leyenda

El foco de la noche, sin embargo, estará sobre De Marcos. El lateral de Laguardia pondrá fin a su carrera tras más de 550 partidos oficiales, dos títulos de Supercopa y una Copa del Rey que supuso un alivio personal tras varias finales perdidas. El club ha preparado un homenaje posterior al partido, al que se espera que asistan compañeros actuales y leyendas recientes como Aduriz, Gurpegui, Iraizoz o Susaeta.

Lezama ya vivió el jueves una emotiva despedida interna, con pasillo de canteranos, trabajadores y excompañeros, culminada con un discurso lleno de gratitud y raíces: “No me voy del todo. Cuando uno ha vivido con tanto amor deja raíces”.

Dos equipos sin presión, pero con historia

El partido servirá además como termómetro competitivo de dos escuadras que, pese a no jugarse nada en la tabla, querrán cerrar la campaña con buenas sensaciones. El Athletic llega tras imponerse en Mestalla con un golazo de Álex Berenguer, aunque la gran novedad es la vuelta de Nico Williams, ya recuperado de una pubalgia. También regresa Yeray Álvarez tras lesión, lo que deja a Valverde con la plantilla al completo.

Por su parte, el FC Barcelona buscará evitar cerrar la temporada con dos derrotas consecutivas, tras el inesperado tropiezo en casa frente al Villarreal. Hansi Flick no podrá contar con Jules Koundé, Marc Bernal ni Ferran Torres, aunque el bloque que ha conquistado LaLiga volverá a competir en un estadio históricamente exigente.

Los culés se han impuesto al Athletic en los dos duelos de esta campaña: 2-1 en el Estadio Olímpico de Montjuïc en la jornada 2 y 0-2 en la Supercopa disputada en Arabia Saudí. Desde 2019, los rojiblancos no vencen en liga al Barça; aquella vez, un gol de chilena de Aduriz en el 89’ dejó huella en San Mamés.

Un cierre a la altura de la temporada

El Athletic llega como el equipo menos goleado de LaLiga y aspira a cerrar el campeonato con el menor número de derrotas entre las cinco grandes ligas europeas, un hito que certifica la solidez de un grupo que ha sabido combinar identidad, equilibrio y resultados.

En la última noche de la temporada, San Mamés será mucho más que un estadio. Será templo, será recuerdo y será promesa. Para De Marcos, para Valverde, y para todos los que creen que el fútbol puede ser familia, compromiso y legado.