La portería del Athletic: entre lesiones y esperanza

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El Athletic Club de Bilbao está teniendo un arranque intranquilo de temporada en lo que se refiere al rol bajo palos. Las lesiones han azotado a los tres principales guardametas del equipo, comenzando con la baja de Unai Simón, seguido por Julen Agirrezabala y, más recientemente, Alex Padilla. A pesar de estos contratiempos, la legendaria cantera de Lezama sigue ofreciendo alternativas que han evitado un mayor impacto en el rendimiento del equipo.

Cadena de lesiones en los tres porteros principales

La primera baja significativa fue la de Unai Simón, el internacional español, que sufrió una lesión en la muñeca derecha durante la pasada Eurocopa. El problema, que arrastraba desde septiembre de 2023, obligó al arquero a infiltrarse en varias ocasiones para poder seguir jugando. Tras finalizar el torneo, en el que España se coronó campeona, Simón fue operado para corregir la “inestabilidad escafoide-semilunar” de su muñeca. Aunque la cirugía fue exitosa, los servicios médicos del club estimaron una baja de entre cuatro y cinco meses, con una posible vuelta en diciembre o enero.

Con Simón fuera de juego, Julen Agirrezabala asumió la responsabilidad de defender la portería, pero el infortunio volvió a golpear al Athletic. En un entrenamiento de pretemporada, el joven portero sufrió una triple fractura lumbar, lo que lo dejó fuera de los terrenos de juego por más de un mes. Su reaparición el 28 de agosto frente al Valencia marcó su regreso, pero poco después volvió a enfrentar molestias físicas durante el encuentro ante el Celta.

Finalmente, el tercer guardameta, Alex Padilla, también se unió a la lista de bajas al sufrir una entorsis en la rodilla derecha mientras estaba convocado con la selección sub-23 de México. Aunque las pruebas no detectaron una lesión grave, su regreso al equipo fue puesto en duda, dejando al Athletic en una situación comprometida en cuanto a porteros disponibles.

La cantera de Lezama, clave en la resiliencia

A pesar de esta ‘maldición’ de lesiones, el Athletic ha podido mantenerse competitivo gracias a su sólida formación de porteros en Lezama, una cantera reconocida históricamente por producir guardametas de primer nivel como es el caso de Unai Simón, Kepa Arrizabalaga o Álex Remiro, entre otros. No sin olvidarnos de referentes del club rojiblanco que siguen siendo instituciones como es el caso de José Ángel Iribar.

Esta riqueza de talento ha permitido que el equipo bilbaíno no dependa exclusivamente de un solo portero, teniendo recambios de garantías a pesar de la sucesión de lesiones. El reto para el Athletic no solo está en recuperar a sus tres principales porteros, sino también en mantener el nivel de exigencia que ha caracterizado históricamente al club. 

La portería del Athletic siempre ha sido un baluarte, y aunque la cantera ha demostrado su capacidad de producir talento, el listón sigue estando muy alto. El club deberá continuar formando guardametas de élite y asegurar que la transición de una generación a otra sea fluida, especialmente tras la jubilación de figuras clave en la coordinación del entrenamiento de porteros.

Mirando al futuro

Con la recuperación de Unai Simón en progreso y Julen Agirrezabala de vuelta en los terrenos de juego, el Athletic tiene esperanzas de superar esta difícil etapa. Mientras tanto, la cantera de Lezama sigue siendo un pilar fundamental para el club, garantizando que, a pesar de los contratiempos, la portería rojiblanca siempre esté bien defendida.

El destino de la temporada aún es incierto, pero con la solidez que caracteriza al Athletic en su trabajo con los jóvenes, todo indica que el equipo seguirá teniendo una defensa segura bajo palos, respaldada por una larga tradición de éxitos en la formación de guardametas.

  • Silvia Martínez

    Periodista deportiva especializada en fútbol.

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