
El submarino amarillo cierra un gran inicio en la primera parte de la temporada
Grandes diferencias separan a los equipos más representativos de la Comunidad Valenciana. Si en el resumen del Valencia CF hablábamos de la evidente decadencia que le ha acompañado en este principio de siglo, el Villarreal ha sido protagonista de una inverosímil montaña rusa. Desde el ascenso en la 99/00 hasta el descenso de la 11/12, pasando previamente por la eliminación en semifinales de Champions del año 2006 con el penalti de Riquelme en la memoria de todos. En la actualidad, el conjunto groguet se ha convertido en un habitual en competiciones europeas, siendo la presente campaña una excepción, ya que no consiguieron clasificar la temporada pasada.
El devenir del mercado de fichajes estival lo marcó la salida de Sorloth (máximo goleador del equipo y segundo artillero de la 23/24) por 32 millones de euros con destino en el Atlético de Madrid. Además salieron futbolistas como Jorgense (24,5 M) al Chelsea o Ben Brereton (8,30 M) al Southampton, entre otros. La gestión de ingresos fue brillante y acometieron fichajes importantes como los de Ayoze Pérez, Nicolás Pepé, Pape Gueye o Juan Bernat cerrando el ejercicio veraniego con un profit 12,50M.
Entrando en materia, el factor definitorio de este Villarreal es la inmensa personalidad que demuestra cada fin de semana con Marcelino García Toral como máximo responsable. Con una apuesta arriesgada en zona de iniciación y, en muchas ocasiones, con una presión asfixiante, el submarino amarillo se ha convertido en un rival muy difícil de batir. Este curso lo abrió empatando a dos frente al que actualmente es el líder de la competición, el Atlético de Madrid. Ese día el primer gol lo anotó Danjuma, que fue su último como groguet ya que después de dos jornadas saldría cedido al Girona. Sorloth también anotó ese día en su vuelta a La Cerámica. Hasta cinco partidos sin perder acumuló el Villarreal en el arranque liguero con victorias de mucho mérito ante el Sevilla en el Pizjuán, Mallorca en Son Moix y Celta en casa en un auténtico partidazo que se decidió en el minuto 100 de partido gracias a un gol de Parejo desde el punto fatídico. Después de esto llegaría la primera derrota de la temporada ante el Barcelona por un abultado y engañoso (1-5) en La Cerámica. El conjunto blaugrana hizo gala de la voracidad que le caracterizó en el primer tramo de curso mientras que el Villarreal, sin hacer un mal partido, desaprovechó varias opciones claras de gol con el resultado ajustado que los acabó condenando. Poco despúes saldrían derrotados en el Bernabéu ante el Real Madrid, pero esta fue la única derrota que conocieron los groguets en 9 partidos oficiales. Entre ellos se encuentra la primera ronda de Copa del Rey donde golearon al Poblense (1-6). Dos empates en el último tramo de la racha ante Osasuna y Girona precedieron a la eliminación en el torneo del K.O. El Pontevedra hizo historia eliminando a un primera división como el Villarreal ante su afición, para frustración del conjunto valenciano. Inmediatante después volverían a salir derrotados en Liga ante el Athletic en San Mamés por dos goles a cero y ante el Betis en La Cerámica por 1 gol a dos. Luego el empate a uno en Vallecas sumió al submarino amarillo en una vorágine de negatividad preocupante. Curiosamente la mencionada consecución de partidos sin perder se unió a la peor secuencia de encuentros sin ganar (2 empates en liga, 1 derrota en copa y otras 2 en competición doméstica). Por suerte para los amarillos, se marcharon al parón con una contundente victoria en Butarque (2-5).
A pesar de los grandes esfuerzos que se han visto obligados a hacer por culpa de una plaga de lesiones abusivas, el Villarreal marcha 5º clasificado a 6 puntos de los puestos que dan acceso a la Uefa Champions League. El balance hasta el momento es de 8 victorias, 6 empates y 4 derrotas.