San Mamés soñaba con una noche mágica. Con su gente, con el empuje de los ‘leones’, con una semifinal europea que podía llevar al Athletic Club a una final histórica… en su propio estadio. Pero la ilusión se tornó en pesadilla. El Manchester United, más sólido, más eficaz y más afortunado, impuso su ley en Bilbao (0-3) y dejó la eliminatoria casi sentenciada. Casemiro abrió la herida y Bruno Fernandes, con un doblete —uno de penalti—, la convirtió en una sangría. Todo, tras una polémica expulsión de Dani Vivian que marcó el desarrollo del choque.

Durante los primeros compases, el Athletic salió con el ímpetu esperado. Presionó arriba, buscó profundidad por bandas y generó peligro. Iñaki Williams y Berenguer acariciaron el gol ante un Onana que no daba garantías. Pero el fútbol, como tantas veces, se decidió en las áreas. Garnacho avisó primero con un gol anulado por fuera de juego, y después llegó el mazazo.

Harry Maguire, sorprendente en funciones de extremo, rompió por banda y asistió para que Casemiro, con la sangre fría de los grandes, firmara el 0-1. San Mamés enmudecía. Y aún no había terminado el calvario.

Minutos después, el VAR apareció para cambiar el rumbo del partido. Un agarrón de Vivian a Hojlund dentro del área fue castigado con penalti y roja directa. Bruno Fernandes, infalible desde los once metros, transformó el segundo y desató la indignación local. El árbitro noruego Eskås se convirtió en protagonista, y los gritos de “¡esto es un atraco!” retumbaron en ‘La Catedral’.

Con uno menos y dos goles en contra, el Athletic se descompuso. La guinda cruel la puso de nuevo Fernandes justo antes del descanso, culminando una combinación con Ugarte que desnudó la defensa bilbaína. El 0-3 era una losa difícil de levantar, incluso para un equipo con alma como el de Ernesto Valverde.

En la segunda parte, el United levantó el pie del acelerador, pero no perdió el control. Casemiro estrelló un cabezazo en el poste y el árbitro volvió a desatar la polémica al no sancionar una posible roja a Maguire, último defensor, por una falta sobre Maroan. La afición no dejó de creer, pero el equipo no encontraba respuestas.

Aun así, el espíritu del Athletic se niega a morir. “Somos capaces de remontar”, lanzó Iñaki Williams tras el encuentro, recogiendo el eco de una afición que no cesó de animar pese al varapalo. El 10,9% de probabilidades de ganar la Europa League, según las estadísticas, es ahora el nuevo lema de un vestuario que buscará en Old Trafford el milagro.

El Manchester United, en medio de una temporada gris en la Premier, se agarra a Europa como salvavidas y ya sueña con la final del 21 de mayo en San Mamés. El Athletic, por su parte, deberá hacer la machada en el Teatro de los Sueños si quiere que su sueño siga vivo. Difícil, pero no imposible.

Ficha técnica: 

Athletic Club: Arrizabalaga; De Marcos (Gorosabel 42′), Vivian, Yeray, Yuri; Galarreta (Prados 46′), Jauregizar; Iñaki Williams (Djaló 86′), Berenguer (Paredes 42), Nico Williams (Unai Gómez 78′); y Sannadi.Manchester United: Onana; Mazraoui (Shaw 74′), Lindelof, Yoro, Maguire (De Ligt 65′), Dorgu (Diallo 83′); Ugarte (Mount 65′), Casemiro; Bruno Fernandes, Garnacho (Mainoo 83′) y Hojlund. 

Árbitro: Espen Eskas (noruego). Expulsó con roja directa al local Vivian (34′). Amonestó además a sus compañeros Yuri, Unai Simón y Yeray, así como a los visitantes Garnacho y Yoro.

Goles: 0-1 Casemiro(309) ; 0-2 Bruno Fernandes (37’ p.) ; 0-3 Bruno Fernandes (45’)