El Betis se ilusiona, pero aún no celebra

El conjunto de Manuel Pellegrini se impuso a la Fiorentina gracias a los goles de Abde y Antony, aunque el tanto de Ranieri redujo la ventaja y dejó todo abierto para el duelo de vuelta en Florencia.

Isco y Antony se convirtieron en los líderes del Betis en una noche europea que lo acerca a su ansiada final. Fue un partido cargado de emoción en un Benito Villamarín encendido, donde el equipo andaluz mostró su mejor versión durante largos tramos. Parecía que el Betis podía sentenciar la eliminatoria, pero la Fiorentina logró frenar la fiesta con un gol que mantiene en suspenso el desenlace. Abde abrió el marcador y Antony amplió la ventaja, pero Ranieri recortó diferencias y dejó claro que la historia aún no ha terminado. La brillante actuación de Isco y el protagonismo de Lo Celso reforzaron el espíritu competitivo del equipo.

Desde el inicio, el Betis salió con hambre, empujado por una afición volcada. El Villamarín era un hervidero, y eso se reflejaba en el juego de los verdiblancos. Bakambu aprovechó un error de Comuzzo para asistir a Abde, quien, tras un disparo que tocó en el larguero, vio cómo el balón cruzaba la línea, pese al suspenso añadido por el VAR. Heliópolis estallaba.

La Fiorentina respondió dejando espacios y buscando más posesión, pero Isco controlaba el ritmo con inteligencia. En un duelo táctico en las bandas, Antony y Gosens intercambiaban ataques, mientras Mandragora fallaba una ocasión clara que pudo haber cambiado el guión. Johnny, siempre sobrio, sostuvo al Betis en los momentos de vértigo.

El equipo italiano dejó a Kean en el banquillo, y aunque Beltrán tuvo poca incidencia, Gudmundsson trataba de crear peligro. Pero fue el Betis quien siguió dominando antes del descanso. Bartra tuvo su ocasión en un córner servido por Isco, pero su cabezazo se marchó alto.

Tras el descanso, Palladino movió fichas y dio entrada a Kean, autor de 23 goles esta temporada. Fue Gudmundsson, sin embargo, quien puso a prueba a Vieites en una jugada que generó dudas por su posición. El Betis respondió con fuerza: un nuevo cabezazo de Bartra obligó a De Gea a una intervención salvadora.

Entonces entró Lo Celso, quien no tardó en mostrar su calidad. Se deshizo de Parisi y combinó con Antony, que con una rosca magnífica batió a De Gea tras un primer intento bloqueado. El Betis bailaba sobre el césped.

Fornals tuvo el tercero en sus botas, pero volvió a toparse con De Gea. Y cuando mejor estaba el Betis, llegó el zarpazo de la Fiorentina. Gosens, incorporado al ataque, asistió a Ranieri, que batió a Vieites con contundencia. El gol revivió a los italianos, que incluso estuvieron cerca de empatar en una acción a balón parado.

En los minutos finales, el Betis dudó entre lanzarse por el tercero o conservar la ventaja. Lo Celso rozó el gol en un tiro libre que no encontró puerta, mientras Kean, inquietante, esperaba su momento sin éxito.

La eliminatoria sigue abierta. El Betis dejó una imagen ambiciosa y soñadora, pero con la sensación de haber dejado escapar una ocasión para sentenciar. En Florencia se escribirá el final. La esperanza sigue viva en Heliópolis, aunque la celebración, por ahora, es contenida.