
Este 12 de marzo de 2025 se cumple un año desde que Claudio Giráldez asumió el mando del primer equipo del Real Club Celta de Vigo. El técnico gallego llegó a la dirección del conjunto celeste en un momento delicado, tras la destitución de Rafa Benítez en marzo de 2024, cuando el equipo se encontraba luchando por evitar el descenso. En estos doce meses, su trabajo ha sido clave para estabilizar la plantilla, mejorar el rendimiento del equipo y apostar por el talento joven.
Un año de crecimiento y estabilidad
Desde su llegada al banquillo, Giráldez ha impuesto un estilo de juego basado en la intensidad, la posesión del balón y la presión alta. Sus ideas han calado rápidamente en un equipo que parecía desorientado en la última etapa de Benítez. Durante su primer año, el Celta ha logrado resultados positivos que le han permitido mantenerse con tranquilidad en LaLiga y soñar con aspiraciones más ambiciosas. Sin duda la era de Giraldez ha sido un soplo de aire fresco muy positivo para los celestes .
En los 37 partidos dirigidos en liga, Giráldez ha conseguido 15 victorias, 8 empates y 14 derrotas, unos números que han permitido al Celta mantenerse lejos de los puestos de descenso e incluso acercarse a la lucha por competiciones europeas en algunos tramos de la temporada. Además, el equipo ha mostrado una notable mejoría en Balaídos, donde ha convertido su estadio en un fortín con varias victorias de prestigio ante rivales de la parte alta de la tabla.
En la Copa del Rey, el equipo también dejó buenas sensaciones, alcanzando los cuartos de final, algo que no ocurría desde hace varias temporadas. A pesar de caer eliminado, el equipo mostró un fútbol valiente y competitivo.
Uno de los aspectos más destacados de su gestión ha sido su apuesta por la cantera. Jugadores jóvenes como Hugo Álvarez, Pablo Durán , Hugo Sotelo…están teniendo sus oportunidades en el primer equipo, demostrando que el Celta sigue apostando por su identidad de formar futbolistas.
Su labor ha sido tan convincente que la directiva del club le ofreció una renovación hasta 2027, consolidándolo como el hombre que liderará el futuro del Celta.
De la cantera al primer equipo: la trayectoria de Claudio Giráldez
Antes de llegar al banquillo del Celta, Claudio Giráldez tuvo una larga trayectoria ligada al fútbol gallego. Nació en O Porriño (Pontevedra) el 24 de febrero de 1988, y desde muy joven se vinculó al mundo del fútbol, primero como jugador y luego como entrenador.
En su etapa como futbolista, pasó por las canteras del Real Madrid y el Atlético de Madrid, aunque su carrera profesional se desarrolló en equipos gallegos como el Pontevedra CF, CD Ourense, Coruxo FC y Porriño Industrial, donde finalmente colgó las botas en 2014.
Tras su retiro, Giráldez inició su carrera como entrenador en el fútbol base del Celta de Vigo, donde fue escalando hasta dirigir al equipo Juvenil de División de Honor. Su gran labor con los jóvenes le llevó a ser nombrado entrenador del Celta Fortuna, el filial del club, en 2022.
Bajo su mando, el Celta Fortuna logró una de sus mejores temporadas en Primera Federación, clasificándose para el playoff de ascenso a Segunda División en la campaña 2022-2023. Su trabajo con el filial, donde desarrolló a varios talentos que hoy brillan en el primer equipo, le convirtió en la opción ideal cuando se decidió relevar a Rafa Benítez en marzo de 2024.
Un futuro prometedor
Con un contrato hasta 2027 y un equipo que sigue en evolución, Claudio Giráldez se ha consolidado como uno de los entrenadores más prometedores del fútbol español. Su conocimiento del club, su apuesta por la cantera y su estilo de juego ofensivo han devuelto la ilusión a la afición celeste, que ahora mira al futuro con optimismo.
El reto de Giráldez en los próximos años será consolidar al Celta en la parte alta de LaLiga, seguir desarrollando a los jóvenes talentos y, por qué no, llevar al equipo a competiciones europeas, un sueño que la afición celeste no ve tan lejano con él al mando.
