
Los blanquiazules resistieron titánicamente ante la UD Almería, pero el gol en propia puerta de Álex Pastor dio el empate.
La jornada 18 de LaLiga Hypermotion engalanó a La Rosaleda en una de sus grandes citas. El templo blanquiazul estaba preparado para recibir a su Málaga CF ante uno de los gallitos de competición: la UD Almería.
Los dos conjuntos llegaron al choque en dinámicas distintas y con la necesidad de sumar tres puntos para sus respectivos objetivos.
Dioni dio validez a la fortaleza defensiva
El pistoleazo de salida dio pie a un inicio territorial de los pupilos de Rubi, que manejaba la pelota e iba con una presión adelantada a la primera salida de balón de un Málaga que tenía la premisa de aguantar el arranque inicial de una potente UD Almería.
La primera oportunidad de peligro corrió a cargo del conjunto almeriense, cuando Luís Suárez interceptó el balón en una nefasta salida del Málaga, pero la retaguardia blanquiazul salvó los muebles ‘in extremis’. Los blanquiazules intentaron responder en el 7’, con un envenenado centro de Larrubia que se quedó muerto en el área pequeña del conjunto ‘indálico’, aunque Fernando Martínez se hizo con el esférico.
El primer gol llegó antes de los primeros 15 minutos… y fue para el conjunto local. Manu Molina levantó la mira y puso un preciso envío a la banda para Carlos Puga, que recogió el cuero, levantó la mira y puso un preciso envío al corazón del área de la UD Almería. Allí lo esperó Dioni, que con un sutil cabezazo, clavó la primera diana en el 13’ con la inesperada colaboración de Fernando Martínez.
Un gol que hizo estallar a la parroquia malacitana, exultante con el tanto de los suyos. Para colmo, Rubi tuvo que gastar su primera ventana de cambios, dando entrada a Gonzalo Melero por la lesión de Gui Guedes.
La diana malacitana espoleó a los locales, que no se amilanaron y siguieron atacando con criterio a la defensa almeriense. Kevin Medina y Larrubia estaban haciendo daño constantemente por los costados, aportando el dinamismo y vértigo que le estaba aportando vitalidad al Málaga.
La primera gran oportunidad de peligro para la UD Almería se produjo a la media hora de juego. Nico Melamed y Sergio Arribas conectaron entrelíneas, y el ‘11’ cargó la pierna para soltar un latigazo que detuvo Alfonso Herrero con una gran intervención.
La pegada del conjunto ‘indálico’ era evidente y si el Málaga no estaba atento en tareas defensivas, los atacantes visitantes no dudaban en probar a Alfonso Herrero. El meta toledano tuvo que intervenir de nuevo en el 35’ ante un potente disparo de Marc Pubill que acabó en saque de esquina.
La línea de presión de la UD Almería dejaba fragilidades atrás, factor que quería aprovechar el conjunto de Pellicer. David Larrubia estuvo muy cerca de embocar el 2-0 en el 37’, pero su lanzamiento se marchó lamiendo el poste de los dominios de Fernando Martínez.
El paso adelante de la UD Almería era evidente, con la premisa de buscar el empate en los instantes finales de la primera parte. Arribas estuvo muy cerca en el 43’, pero Alfonso Herrero lo ‘desvió’ con la mirada, para fortuna del toledano y los suyos.
El Málaga resistía con uñas y dientes las acometidas almerienses, viendo la orilla del descanso cada vez más cerca de sus ojos.lla cada vez más cerca. El pitido final de González Díaz mandó a ambos equipos al túnel de vestuarios de La Rosaleda tras una primera parte donde la solidez defensiva de los blanquiazules había obtenido un suculento premio.
El fuego amigo niveló la balanza ‘in extremis’
La segunda parte comenzó con polémica en La Rosaleda. El colegiado González Díaz perdonó una posible expulsión a Lopy tras un codazo a Manu Molina a la altura del estómago. Pese a las protestas blanquiazules, el árbitro lo tuvo claro y sancionó la acción con cartulina amarilla.
Los ánimos estaban caldeados en La Rosaleda y durante los primeros 15 minutos de la segunda parte apenas hubo ritmo de juego. Rubi lo leyó desde su área técnica y decidió gastar su segunda ventana de cambios con las entradas de Leo Baptistao y Álex Centelles en detrimento de Nico Melamed y Bruno Langa.
Pellicer recogió el testigo de su homónimo y decidió refrescar el ala izquierda del ataque con la entrada de Antoñito Cordero por un fatigado Kevin Medina. La UD Almería no cesaba en su empeño y con el paso de los minutos, iba imponiendo su dominio.
La polémica siguió presente en La Rosaleda, ya que Luis Suárez reclamó penalti por un posible golpe de Álex Pastor, pero el VAR no decretó nada punible. Rubi no estaba del todo contento con la mordiente ofensiva de su equipo y decidió quemar las naves en su tercera ventana de cambios, con la incorporación de Álex Pozo por un exhausto Arnau Puigmal.
El Málaga llegó con una ligera ventaja al último cuarto de hora del encuentro, aguantando las acometidas de la UD Almería y buscando dar el golpe de gracia al contragolpe. El equipo blanquiazul pedía frescor en diversas parcelas y Sergio Pellicer insufló aire a los suyos en forma de Sergio Castel y Aarón Ochoa. El espigado ‘25’ entró por Dioni Villalba para batallar arriba, mientras que el joven irlandés reemplazó a un fatigado David Larubia.
La fortaleza defensiva ‘boquerona’ se mantenía intacta ante los constantes ataques ‘indálicos’ y el conjunto local bordeaba el tiempo de descuento con el valioso botín del gol de Dioni Villalba. Pellicer decidió proteger el resultado y quemó las naves con las incorporaciones de Einar Galilea -entró a última hora en la convocatoria- e Izan Merino por Manu Molina y un fatigado Julen Lobete.
El cuarto árbitro dio siete minutos de juego: demasiados para el Málaga, insuficiente para los visitantes. Los ‘boquerones’ entregaron el balón a los ‘indálicos’ con la premisa de defender el ajustado resultado que habían peleado durante todo el partido.
La UD Almería se encomendó al juego directo y a los costados, buscando con ahínco el empate. El premio le llegó en una de las últimas jugadas del encuentro, con un saque de esquina que peinó Leo Baptistao y que Álex Pastor, sin quererlo, mandó el balón al fondo de la portería de Alfonso Herrero; el fuego amigo niveló la balanza.
El delirio almeriense contrastó con la incredulidad malaguista, que vio como se le escapaban dos puntos en los instantes finales del encuentro. El pitido final confirmó el reparto de puntos, que deja al Málaga CF con 23 unidades y a la UD Almería con 32.
Ficha técnica
Málaga CF: Alfonso Herrero; Puga, Nélson Monte, Álex Pastor, Víctor García; Luismi, Manu Molina; Kevin Medina, Lobete, Larrubia; Dioni Villalba. También jugaron Antoñito Cordero, Sergio Castel, Aaron Ochoa, Izan Merino y Einar Galilea.
UD Almería: Gonzalo Crettaz; Willems, Alberto Jiménez, Salva Ruíz; Van den Belt, Moyita, Mamah, Calatrava; Aurelio, Cipenga y Raúl Sánchez. También jugaron Chirino, Josep Calavera, Villahermosa, Flakus Bosilj y Gonzalo Pastor. También jugaron Gonzalo Melero, Leo Baptistao, Álex Centelles y Álex Pozo.
Goles: 1-0, Fernando Martínez en propia puerta (13’), 1-1, Álex Pastor en propia puerta (95’).
Árbitro: Miguel González Díaz. Amonestó con cartulina amarilla a Marc Pubill (19’), Bruno Langa (48’), Lopy (50’), Manu Molina (50’), Chumi (56’), Luis Suárez (63’), Luismi (71’).
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